El chasis es el
único cambio visual distinguible, característica que ayuda a diferenciarlo de
los dos móviles previos de la familia Apple. Si lo coges, lo primero que
notarás es el peso: es el iPhone más ligero que haya existido, con 112 gramos,
es un 20% más refinado que la versión previa, un 16% menos bultoso que el
Samsung Galaxy S III y un 14% más delgado que el HTC One X, todo gracias a la
reducción del tamaño de la nano SIM y el empleo de aluminio anodizado en el
armazón.
La pantalla de
cuatro pulgadas es la respuesta de Apple a las tendencias de la industria de
mayores dimensiones en un móvil, y significa que el iPhone 5 ahora tiene un
tamaño “aceptable” de 123.8 milímetros, aunque la anchura permanece en 58.6
milímetros.
Ya que se ha
reducido el tamaño de varios componentes, la entrada para los audífonos ha sido
movida a la parte de abajo del dispositivo, algo incomodo para cuando se mete
el teléfono en el bolsillo y se quiere escuchar música o cuando se tiene el
teléfono en la mano con los auriculares conectados. No todas las apps se pueden
usar en una orientación de 180 grados.
Para concluir, me
gustaría decir que creo que este nuevo iPhone ha sido el producto innovador que
ha producido el cambio global del concepto del típico smartphone, no solo en su
tamaño físico sino también en su nuevo procesador A6 que permite que el iPhone
funcione más rápidamente.
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